En alguna ocasión ya hemos hablado de lo que es la hipertensión arterial, y sabemos que los factores de riesgo para padecer esta enfermedad van de la mano de antecedentes familiares, el tabaco, la edad, el estilo de vida y un elevado consumo de sal.
Los estudios han demostrado que todos estos factores y especialmente el elevado consumo de sal, provocaban una retención de líquidos en nuestro cuerpo y un aumento de la cantidad de sangre, dando lugar a una mayor presión sobre las arterias (es decir, hipertensión arterial)
Por ello, siempre se ha recomendado limitar la ingesta de sodio para prevenir problemas cardiovasculares y renales.
Pero recientes estudios americanos han demostrado que el problema de la hipertensión va más allá, puesto que hay otros factores que no se habían considerado antes como el azúcar y que están directamente relacionados con este problema.
Entonces, ¿Cómo combatimos y reducimos la hipertensión arterial de una forma fácil en nuestro día a día?
La lucha contra la hipertensión es una batalla continua, no consiste en hacerlo solo durante un tiempo, sino que conlleva un cambio drástico y permanente en el estilo de vida y de alimentación de las personas.
Así que para celebrar el Día Mundial de la Hipertensión os dejamos 13 claves para cambiar nuestro estilo de vida y evitar la hipertensión:
- Evitar alimentos con grasas saturadas: las yemas del huevo, los quesos curados, la leche entera, la nata, el helado, la mantequilla y las carnes grasas.
- Aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra y potasio: verduras de hoja verde, cereales de grano entero, patatas, avena, remolacha. La fibra y el potasio ayudan a reducir la presión arterial y neutralizan la ingesta de sodio excesiva.
- Aumentar el consumo de pescados, carnes y alimentos ricos en grasas magras.
- Evitar los alimentos que en la etiqueta indiquen “hidrogenados” o “parcialmente hidrogenados”, ya que tienen elevados niveles de grasas saturadas.
- Limitar al mínimo el consumo de fritos y alimentos procesados.
- Evitar los alimentos ricos en carbohidratos no naturales, como son las galletas, dulces, cereales azucarados, etc.
- Utilizar técnicas sanas y saludables de cocinado, como el vapor, parrilla, plancha y horno, evitando la fritura y rebozado y reduciendo al mínimo el aderezo con salsas grasas.
- Aprender a leer las etiquetas de los alimentos para escoger los que son saludables. Alejarse de los restaurantes de comida rápida, donde las opciones saludables pueden ser difíciles de encontrar.
- Reducir el estrés. Cuando te alteras, tu cuerpo tiende a producir adrenalina, una hormona que acelera los latidos del corazón, aumenta la tensión muscular y contrae los vasos sanguíneos. Realiza actividades como yoga, meditación, ejercicios de relajación y respiración.
- Realizar ejercicio físico regularmente. Se recomienda al menos una hora diaria de caminata a buen ritmo, subir y bajar las escaleras de casa andando, desplazarte andando en tu día a día, limitando el uso de transporte como el coche.
- Dejar de fumar y reducir la ingesta de alcohol.
- Mantener un peso saludable, acorde a tu edad y género.
- En definitiva, consiste en llevar una vida sana y saludable, que al fin y al cabo es lo que debemos hacer todos.
Descárgate aquí nuestra Infografía del Día Mundial de la Hipertensión.